EXPLOTACION  AGROPECUARIA "DEFENSA"

Este es un artículo publicado en el diario El Popular  el Domingo  21  de Noviembre  de 2004 , lo vuelvo  a repetir así de esta  forma  en un futuro al salir en mi pagina  de   internet www.historiasdelamadrid.com.ar estará  en un folleto.-
Es otro en la lista de los establecimientos  agropecuarios más antiguos de la región.- Debo confesar que en mi requerimiento de datos   a la Sra. Elena  Antonieta Lafontaine de Pérez  Gini  fue  tan explicito que poco debí agregar  a sus  palabras.-
Defensa  surge por un Fortín que estaba en la línea que partía  desde el Fuerte  Lavalle (San Quilcó) y continuaba por Aldecoa, Defensa, Necochea, Libertad y La Madrid.- Esta es la  Historia :
Todo individuo, lugar u objeto debe tener  su propia historia que le otorgue identidad, para poder dejar testimonio de su existencia.- La historia del establecimiento "Defensa" o " La Defensa" o  "Fortín Defensa" se inscribe con el esfuerzo de una familia de inmigrantes franceses, llegados de la privilegiada región del  Bearne (Bajos Pirineos) en la penúltima década del siglo XIX.-
Sus integrantes. Futuros compradores de  tierras en el país que los recibiera como a hijos propios, se establecieron en la zona rural de Arroyo de los Huesos, en la localidad de Azul, con un  almacén  de Ramos Generales y panadería  que llamaron "El Progreso ".-Trabajaron dura y empeñosamente y  aunaron esfuerzos y capital que les permitieron adquirir campos en distintos puntos del centro de la provincia.-
La tierra valía poco en ese tiempo y había  que mejorarla; por eso  los hermanos Lafontaine se consagraron  a fundar poco a poco y apoyados ahora por sus hijos y yernos, estancias  importantes en extensión y progreso.- Así se formó la sociedad "Lafontaine  Hnos.".-
Pero todos estos proyectos e ideas, llevado a cabo con acierto, nacieron  indudablemente de Pedro Lafontaine, hermano de  Andrés, que fue el primero en llegar a la Argentina en 1873.Con una clara visión de futuro, llamó a su familia, que acudió para instalarse en el lugar elegido.-
Por ser grande el árbol genealógico nombraremos  de esa generación solamente a Andrés.-
Su matrimonio con María Mesplatere  floreció  en ocho vástagos : siete  nacidos en Francia y el último  en la Argentina.- Cuatro varones y cuatro  mujeres de los cuales nos ocuparemos solo de JUAN LUIS, padre  a su vez  de cuatro hijos, entre ellos  ELENA ANTONIETA,   actual propietaria de  " Defensa".-
Por ser el mayor de los varones a Juan Luis le tocó ,siendo aún muy joven, la conducción de algunos campos  ,comprados y explotados primero en el distante territorio de Neuquén y luego,  al comienzo del siglo XX, de los de Buenos Aires, vecinos de la estación Las Martinetas , que ya existía  en ese  entonces.-

Fueron tiempos difíciles para él.-  Después de establecerse, con espíritu indudablemente aventurero y durante  casi veinte años, en el agreste y hostil  territorio neuquino, fue  llamado por su tío Pedro para encargarle la  administración de otros campos de Buenos Aires.-
Estas fueron fracciones relativamente pequeñas, donde se  levantó  una modestísima construcción de ladrillos.- La casa primitiva era abierta con una verja de entrada  y el aljibe  en medio del patio, donde  asomaban las puertas de unas pocas habitaciones que daban a una estrecha galería.- Pequeñas  columnas sostenían el techo de media-gua.-  Las ventanas, altas y enrejadas, parecían otear el horizonte como si aún esperaran el asalto del malón.- En uno de los cuartos se abría el escotillón de un  sótano que guardaba  en su frescura los jamones, la factura de  cerdo  entre grasa blanca y envasada en grandes tambores, y los toneles de vino que procedían de Francia.-
En la antigua construcción, donde algunas de  sus paredes asentadas  sobre barro con un espesor de casi ochenta centímetros aún desafían al tiempo, se siente el calor de aquellos que la habitaron y el recuerdo de sus proyectos y sueños que con tesón y sacrificio llevaron a cabo.-
Allí no había lujo, apenas las condiciones primordiales, porque sólo era un lugar de trabajo donde su dueño  en cada viaje de tren descendía en la modesta estación que se llamaba- y se llama-  "Las Martinetas".-

Don Juan Luis Lafontaine, (como lo  nombraban sus subalternos), hacía el trayecto hasta la  estancia  en sulky, y cuando llovía llegaba con las botas endurecidas de barro y el grueso poncho chorreando  agua .- Pero ¿qué era para él, que  había pasado  hasta tormentas de nieve en los estrechos desfiladeros del Neuquén, el pequeño contratiempo de una lluvia?
Juan Mousist, el encargado  de la estancia, lo acompañaba hasta la casa, donde nunca le faltó la cena abundante  o la cama limpia, tendida por la solicitud de la esposa o de las hijas del encargado. Cuando murió don Juan Luis, su hijo mayor, Daniel,  se ocupó de comprar o intercambiar las fracciones separadas - propiedad  de sus tíos- para nuclearlas con las parcelas heredadas por la propietaria actual de su padre  y de sus tíos, María Antonieta y León  Francisco. Que no habían  tenido  descendencia. Después de las compras e intercambios efectuados por Daniel Lafontaine a favor de su hermana, la disposición del campo adquirió su fisonomía actual.-
Cuando la sociedad formada por los cuatro hijos de don Juan Luis se disolvió, la administración de "Defensa" fue llevada por más de treinta  y  cinco años por  Angel Armando Pérez Gini, cónyuge de Elena Antonieta.-
El  se encargó de reciclar  a construcción y hacerla  más confortable. La casa se amplió, se bajaron techos, se modernizaron puertas y ventanas, se hicieron más piezas para el personal, más galpones y aguadas.-El parque se enriqueció con nuevas variedades de plantas y el espacio verde del césped  se extendió hasta la  larga avenida de casuarinas y eucaliptos  que llega a una de las entradas.-
Desde el hall de la casa se alcanza a ver el viejo y ahora falso aljibe, que se trasladó como una  reliquia y por cuyas rejas afiligranadas se abrazan las hojas de una  enredadera.-
Del chalet hasta la ruta se trazó un camino directo para obviar  tranqueras, y la entrada principal del campo se cerró  con dos tranquerones  blancos entre  dos paredes  bajas, ornamentadas con artísticas rejas pertenecientes a la estancia primitiva.- El campo también posee dos pistas de aterrizaje que en su momento le dieron una perspectiva más moderna  al establecimiento. Tres generaciones habían  trabajado en hacer de la estancia lo que es en el presente.-
Hoy, el  histórico "Fortín Defensa" o "La Defensa" lugar de asentamiento de uno de aquellos heroicos fortines que sirvieron de avanzada en la conquista del desierto, ha pasado  a ser simplemente "Defensa", una estancia discreta donde el fiel  personal y su joven administradora actual, Marina  Antonieta  Pérez Lafontaine, tratan de   producir lo mejor, en medio de los contratiempos e imprevistos que suelen hacer más dura la existencia del hombre de campo.-
                                                                                   JULIO 2012
ALFREDO E.CHISTE
alfredoestebanchiste@yahoo.com.ar


P.D.

TAPA  DEL LIBRO  "QUIJOTES  DE  PONCHO"
Autora: ELENA ANTONIETA LAFONTAINE

Primer Premio Municipal  "Ricardo Rojas" (Bs.As.)  (Años 1967-69)

El libro fue  dedicado a su padre  JUAN LUIS LAFONTAINE y de todos aquellos que lo acompañaron, pioneros en zonas olvidadas de nuestro territorio nacional. Se asentó en Trolope, que es un valle cerca de Caviahue (Neuquén).